Ajvar

“Tengo algo que decirte” me dijo ComoUnaOla, tirando de mi bufanda para acercar mi oreja a su boca y hacerme partícipe de la confidencia. “He matado dos pollos”. Teniendo en cuenta que es veterinario de formación, de campo (campo bosnio, pero campo al fin y al cabo) y fan de Rocío Jurado, es un gran avance en su desarrollo personal. “Te estás convirtiendo en todo un hombre” le dije yo, con una gran carcajada.
Pero la culpa de este arrebato de sinceridad la tuvo, una vez más, la medovina. Estábamos al final de la segunda, a pesar de que no teníamos prevista ninguna porque habíamos quedado para un café, ahora que de nuevo es turista en esta república. Oficialmente, el mercadillo de Navidad se inaugura el viernes, con discurso del alcalde y encendido del árbol incluídos, pero en Zelný Trh ya es Navidad: los puestos con sus productos a la venta, sus salchichas, sus costillas, su orquesta en el escenario… y su medovina. Había buen ambiente, mucha gente paseando, mirando los puestos y comiendo y bebiendo; quizás porque este año aún no hace mucho frío y se puede estar en la calle sin problemas. Es cierto que algunos de los puestos de bebida y comida tienen esas estufas de exterior, pero no hacían falta realmente: con una bufanda, un gorro, una salchicha y un vaso de medovina o svařák hay suficiente. Esto era sobre las 6 de la tarde, no os penseis que era de madrugada; eso sí, noche cerrada.
“Sí, es bastante grande” dijo ComoUnaOla mirando la mitad inferior de mi cuerpo. Y sacó de su bolso un par de tarros; miraba, evidentemente el tamaño de mi bolso. “¡Ooohh, ajvar!” (léase la j como una i) dije yo con los ojos como platos. “Uno para ti y otro para PanUcitel, que lo verás antes que yo”. PanUcitel no estaba, pero no le doy su tarro de ajvar como no deje de usar el diminutivo con el que me llama. ¿Qué es el ajvar? Pues es una de esas comidas que valen para todo. Con una tostada, estupendo; añadido a una ensalada, magnífico; con un filete de pollo a la plancha, espectacular. El ajvar es una mezcla de pimientos rojos y berenjenas asados en una parrilla con leña, pelados y mezclados. Algo así como una fritaílla de Suflí. Y una forma de disponer de esas verduras durante el duro invierno. Es típico de los balcanes y herencia de la dominación otomana. Los serbios dicen que es suyo; los bosnios que de serbio nada, que es bosnio; los croatas, que donde van esos dos, que es croata; pero, claro, es que se llevan fatal después del multi-divorcio. El caso es que es de por allí.
La cuestión es que ya ha llegado prácticamente la Navidad a esta república. Los mercadillos están ya montados en las dos plazas y la gente ya lleva tiempo hablando de la carpa y la ensalada de patatas (no estoy muy seguro, pero creo que es nuestra ensaladilla). Lo malo de la Navidad de por aquí son los villancicos, ya lo he dicho en alguna ocasión, que son todos muy al estilo de «Noche de paz». Y que no hay campanadas en Petrov en Nochevieja. Pero bueno, en este proceso en el que estoy metido de convertirme en checo (mal que me pese), ya hasta me va gustando.

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9 respuestas a Ajvar

  1. Tuonela dijo:

    Por aquí la navidad también parece un poco así… los villancicos un pelín fúnebres y tal. Pero luego se van a la sauna, se ponen ciegos de lo que pillen y empieza la fiesta. Y es de las épicas.

    Eso del ajvar tiene buena pinta, si tienes una receta (o te sobra un bote :P) ya sabes dónde estoy…

    • Bueno, al final le di su bote a PanUcitel, con el dolor de mi corazón 🙂 pero en cuanto vuelva a Brno quedo con ComoUnaOla, libreta en mano. Me la explicó cuando me dio los botes, pero no me acuerdo… la medovina, que tiene eso 😛

  2. Noema dijo:

    Same here!
    Villancicos y ambiente de suicidio para los que hemos crecido con la zambomba (y la cucharilla y botella de anís), menos cuando se pasean por los numerosos mercados de Navidad y los puestos de Glühwein, en fin, que veo que podríamos trazar un eje norte-sur «Navidad zambomba-Navidad Noche de Paz». En fin, que se me va la olla… que yo lo que venía a decir es que me acabas de crear una necesidad: ajvar, quizás repartes el bote en otros dos, uno para Finlandia y el otro para Alemania, ¿hace? Como me temo que no, me tendré que poner a investigar recetas 🙂
    Un saludo.

    • Estoy contigo: abajo el meridiano de Grenwich y viva el meridiano de la zambomba.
      Me temo que el segundo bote de ajvar está en manos de su legítimo propietario… y no creo que a estas alturas quede algo 😦
      Le prometí a Tuonela tomarme una medovina, o lo que sea, con ComoUnaOla y una libreta de cuadraditos… compartiré la receta, lo prometo.

  3. Qega dijo:

    Ahoj,
    Felices Fiestas, y aún sin campanadas a comer las uvas como todo quisque (que yo viajo hasta con las uvas para que donde sea las pueda tomar)…
    Besinos, Ra.
    Pd. En el próximo año espero libro de dulcerío

  4. Qega dijo:

    Ahoj,
    las tomaré en algún lugar perdido de Praha, bien acompañada y brindando con alguna deliciosa pivo.
    Felíz2013

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