Un hombre de bien

¿Alguien nota la diferencia? Yo no

¿Alguien nota la diferencia? Yo no

Pero no todo es comer los bratislavské rožky que con primor ha hecho FuturaSuegra. Ella estaba un poco decepcionada porque yo comí poco. “Si yo hubiera ido a España, hubiera comido más” dijo en el momento de la partida, y me puso un par más de bratislavské rožky en la mano para el camino. La vida, por desgracia, no sólo está compuesta de momentos de excelso disfrute y satisfacción plena, sino también de momentos más prosaicos. Ya ha pasado el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos y día que en esta república señala una actividad anual ineludible: ponerle los zapatos de invierno al coche.

Durante 6 inviernos me he escaqueado. Al principio alegando desconocimiento (mentira), después argumentando que apenas conduzco en invierno y total, para ir a Ikea no hacen falta. Más tarde, la situación de alegalidad no hacía recomendable salir a esas carreteras de Dios. Pero nos vamos haciendo mayores, el Fabia y yo, y cada vez da más pereza tentar a la suerte. Además, no tengo ganas de ponerme a discutir con un policía si el tiempo es bueno o malo, si hacen falta los zapatos de invierno o no (*). Con mis crecientes conocimientos de esta lengua cruel, la discusión sería interminable. En fin, que lo más sencillo es comprar 4 zapatos; el de repuesto se salva del cambio.

“Pues yo no estoy dispuesto a gastarme casi 8.000 coronas para dos veces que voy a conducir” dije yo, tan económico y tozudo como siempre, después de una ardua, profunda y escasamente fructífera investigación. Por ese precio estaba dispuesto a discutir eternamente con la policía. “Un compañero mío las ha comprado por 400 o 500 coronas cada uno, en internet” me dijo BridgetJones que vela por mi seguridad y legalidad “dime que modelo son los que necesitas” porque esa es otra: yo no tenía ni idea la talla de zapatos que debía comprar, y eso requirió una también ardua investigación previa. “185/55 R 15” le respondí.

– He encontrado dos en Vyškov –me dijo ella. No sé si le preguntó a su compañero, pero se puso a buscar por los foros de compra-venta.
– Con dos nos hacemos nada. Bueno, le puedo enseñar a la policía los que tengo cambiados e ignorar los otros dos –repliqué yo
– Ya, pero podemos comprar dos allí, y buscar otros dos por otro sitio –ella siempre sensata-. Uy, en Blansko un hombre tiene los 4, por 500 coronas cada uno ¿lo llamo?
– ¡Sí, claro!

Pero resultó que el buen señor estaba comiendo, así que lo volvió a llamar más tarde. “Se le ha notado el tono de asombro cuando le he dicho que somos una eslovaca y un español” me dijo ella cuando ya concertó la cita para el sábado a las 10. “Pero no es en Blansko, sino en Adamov” aclaró. El sábado a las 9 me pasé a recogerla y nos dirigimos los dos a Adamov, por la carretera que bordea el río y que es la que suelo utilizar cuando llevo a alguna visita a las grutas de Blansko. “Ahí dice que esta carretera está cortada” dijo BridgetJones que como ahora tiene coche se fija más en las señales. “Yo siempre he ido por aquí, y esa señal ya estaba ahí” fue mi respuesta llena de seguridad, conocimiento del lugar y aplomo. Esta es la parte más bonita del trayecto, porque discurre paralelo al río y el otoño está en todo su esplendor.

“Me dijo Pavel –así se llama el buen hombre- que está al final de la calle que es una calle ciega” me dijo BridgetJones. “Pues por aquí no se ve nada parecido a un taller” comenté yo mientras recorríamos despacio la calle, de firme irregular. “Aquí es” dije yo cuando vi el cartel donde se podía leer AdamovServis. Entramos con el Fabia y aparcamos en el único lugar posible, junto a otros coches de diferentes marcas y modelos, mientras un señor y un joven nos miraban con asombro. El señor era Pavel. Yo me sentí por un momento trasladado a otra domension: las instalaciones la formaban dos edificios de ladrillo rojo sin enlucir, un espacio entre ambos donde alineaban vehículos siniestrados (uno de ellos, el que quedó junto al Fabia, con componentes del motor en el asiento trasero) y un aire de provisionalidad que lo envolvía todo, junto al rio. Todo muy alejado de los asépticos y funcionales talleres modernos. Eso sí, tanto el cartel de AdamovServis como el que señalaba la habitación más que edificio dedicada propiamente a taller, estaban hechos por un grafitero en rojo, blanco y negro. De estilo grafiti, claro. Un toque de modernidad siempre se agradece. “Traerás efectivo, ¿no? Porque aquí no creo que acepten tarjetas” dijo BridgetJones cuando vio el panorama.

– Aquí pone 60 –dijo Pavel cuando se agachó para comprobar la numeración en los zapatos de verano del Fabia- no sé si tengo
– Pues en los papeles españoles ponía ´zapatos de invierno 185/55 R 15´ – repliqué yo muy seguro
Valdrán varios modelos, déjame ver los papeles checos –dijo Pavel. Menos mal que había tenido la precaución de llevarlos- Sí, los de 60 le valen. Voy a ver si tengo.

Y se perdió en lo recóndito del segundo edificio. Al rato salió llevando uno en cada mano, incluidos unos oxidados cubos. “No pensará ponerle esos cubos a mi Fabia” me dije yo en cuanto los vi. “Estos son de un Fiat –dijo Pavel soltándolos- pero están muy bien. Te durarán mínimo 3 años. A 600 coronas cada uno”. Los mecánicos, carpinteros, fontaneros y demás son iguales en todos sitios: nunca las cosas son como se acordaron al principio. Pues nada, adelante, que con lo poco que conduzco en invierno van a durar más de 3 años.

En resumen, que me estoy convirtiendo en un hombre de bien: residencia temporal en esta república, Fabia con papeles en regla y zapatos de invierno. Solo falta la pegatina anual de las autopistas. ¡Todo llegará, todo llegará!


(*) Desde el 1 de noviembre es obligatorio llevar neumáticos de invierno, pero sólo si el tiempo acompaña y así lo indica una señal al efecto. Pero ¿quién discute la normativa con un policía ávido de multas?

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25 respuestas a Un hombre de bien

  1. Paula dijo:

    Yo tampoco la noto *, pero es que a estas horas es cuando el sol da directo justo sobre la pantalla, y es un tramo horario en el que no veo nada de lo que miro.

    Pero si te sientes mejor así, haz como que es porque te comprendo y no eres un Calimero de la vida.

    Buah, no te sabes la talla? Mi novio se la sabe mejor que la de sus zapatos (no es coña). No solo el tamaño sino el modelo que necesita para una conducción deportiva (porque he aprendido que, si no dices nada en el taller, te ponen los de conducción Flanders, y si tu conducción es deportiva, luego se gasta antes, y encima son una mierda, conduzcas como conduzcas). Si sabré yo (o al menos, habré oído), de ruedas, coches, talleres, piezas y volantes.

    PD: La diferencia, hago referencia al pie de foto.
    PPD: Pavel es un nombre que me chifla (ya sabes, no es que conozca muchos, pero una lee novelas y ve partidos de fútbol, ¿no?).
    PPPD: Jolín, me he imaginado la mirada que mencionas. El primer año que fui a estudiar a Dublín, el hombre de la casa donde me quedaba me insistía en que yo era la polaca (también iban a recibir una), y por más que decía que yo era española, me decía que no podía ser. Qué tío más pesado, y cómo me miró cuando la mujer le dijo que y era la española, me miró, y me dijo: «Tú no eres morena». Ni llevaba castañuelas, peineta y zapatos de lunares, pero supongo que eso le pudo extrañar menos.
    PPPPPD: Si él dijo 3 años, y en invierno conduces poco, tú calcúlale 6 ó 7. Hazme caso, hombre! Que yo soy como mi madre, ¡sé de todo!

    • !Ay, Pavel! Yo siempre quise tener un novio que se llamara Pavel. Pero nada, ni Pavel ni con ningún otro nombre. Hasta donde yo sé, Pavel no tiene diminutivo, tipo Frantisek/Franta, Jakub/Kuba, Michal/Misa (con s con cuernecitos).
      Ya ves, me he resistido 6 años, que 6 años no es nada, para terminar en AdamovServis poniendo algo de segunda mano. ¡Qué bajo ha caído el pobre Fabia! No se lo merece, pero qué va a hacer el pobre si es como los niños, que no deciden se pongan como se pongan.

      • Paula dijo:

        Ah, no no, yo también, así que cuando acabes con tu Pavel, pásamelo a mí, o al revés. Pavel es un nombraco quetecagas.

  2. Paula dijo:

    Felices fiestas, ¡¡hombre de bien!!

    PD: Como tu ilustre bloj no tiene Facebook y tampoco veo el típico mail de contacto, te tendrás que conformar con un comentario en una entrada en la que no pinta nada, para felicitarte las Navidades.

  3. Ra dijo:

    Ahoj
    Por un 2015 normal
    Si alguna vez me llego a Brno…
    Besinos desde Praha

  4. Paula dijo:

    No te has ido de verdad. Dime que hacer la optativa de interpretación textual en segundo de carrera no sirvió de nada y que no has dicho nada de eso. O simplemente que me estabas bromeando y que tuve que apuntarme a la optativa de sutil sentido del humor, o algo así.

    Dímelo, dímelo, dímelo!!!!!!!!!!!! Si mueres, contigo mueren Bridget, el Fabia, los queseros, la historia del Tesco queda enterrada, la checa deja de existir, te conviertes de verdad en inmigrante en lugar de expat!!!!!

    • Pues sí, lamento decirte que te matriculaste en esa optativa cuatrimestral, y que sacaste buena nota 🙂
      No sólo la historia del Tesco queda enterrada. Las hay que no han visto la luz, como la mudanza en furgoneta alquilada de ComoUnaOla a Liberec (más de 300 km), que conducía yo; mi lucha por cambiar el carné de conducir español por el checo… en fín, muchas historias para no dormir 🙂

  5. Ra dijo:

    Ahoj
    Estamos abandonados???
    Besinos, Ra

  6. Paula dijo:

    Pues no, no has vuelto… Yo era por si acaso…

    PD: ¡¡¡Blog en checo ya!!!

  7. Paula dijo:

    Mmmmmm. No, no has vuelto.

    ¿Me das una señal de vida para que sepa que todo va bien? O que va, a mí me importa un bledo si te va mal, pero quiero saber que vives para sufrirlo.

    Bueno, si me hubiera saltado la última parte, hubiera quedado más bonito y yo parecería dulce y adorable, pero siempre tengo que meter la pata.

    Y espero pronta que respuesta, que no tengo demasiado aguante. Cuando el taster no contesta a mis llamadas en dos horas, rellamo, y tampoco responde, me pienso que le ha pasado algo (suerte tiene que no soy la típica celosa que piensa que está con otra, yo solo me preocupo pensando que si no coge el teléfono, tiene que ser que se ha muerto, tenido un accidente de tráfico o está en el hospital).

    PD: Por dios, seguro que ya no lees estos comentarios, y en dos días sin respuesta, estaré preocupada.

    • Pues sí, vivo. Y vivo en Esta República, a mi pesar 🙂
      Como ves la respuesta ha sido pronta,porque aunque ya apenas miro este insigne bloj, recibo las notificaciones en mi correo. Porque no tengo uno cutre del tipo carreterae50@seznam.cz sino que es el mío personal de toda la vida.
      Igual algún día reaparezco, pero no en este cuerpo, sino en otro peor aún… si eso es posible.

      • Paula dijo:

        Ay, menos mal.

        A ver, no me iba a preocupar solo por no verte hoy, pero mañana igual sí que me empezaba a poner nerviosa.

        Un besito!!!!
        PD: No, no, no me hagas crearme falsas esperanzas, que sé que no… No me hagas ilusionarme, que soy jóvena e inexperta.

  8. Ra dijo:

    ahoj
    feliz navidad (atrasasada)
    Feliz Año Nuevo
    desde Praha
    Besinos

  9. Paula dijo:

    ¡¡Feliz año!!

    Para ti, para el Bambi y para Skodita!!!

    PD: Si quieres hazte a la idea de que va de parte del taster y Petunia, pero yo no les he oído que quisieran participar!!!
    PPD: Y no hables con la bocallena que no se te entiende una stastni novy
    PPPD: ¿Por qué nos has dejado sin aventuras del Skoda, por qué????????

    • ¡Igualmente!
      Para ti, para el Táster y para Petunia. P.D.:Que sé que tú no les has oído que quisieran participar porque tenías los tapones de nadar puestos.
      P.P.D.: es que me he vuelto loco haciendo polvorones, y como al Bambi no le van los dulces, pues eso, me como uno detrás de otro
      P.P.P.D.: El Fabia está hecho un chaval, así conservado en hielo y nieve. Con sus zapatos de invierno, su ITV, su seguro… pero está un poco vago. ¡Qué le vamos a hacer, los años no pasan en balde!

  10. Paula dijo:

    ¿Todo bien? ¿Sigues checo? ¿Sigues entre nosotros? ¿Sigues Skoda?

    PD: Sí, lo sé, esto no lo va a leer nadie. Yo. Yo no soy nadie, ¿no? Pues lo dicho, que no lo va a leer nadie, porque solo lo voy a leer yo.

    • No sé si decir que todo sigue bien porque no sé si alguna vez ha ido bien. Pero sigo checo, sigo en el mundo de los vivos y sigo Fabia.
      P.D.: lo voy a leer yo, que ¡claro! tampoco soy nadie 😀

      • Paula dijo:

        No pensé que lo leerías 😉 Bueno, tú ya sabes que me vale con saber que estás vivo, para mí eso es que todo va bien.

        Gracias por la señal de vida! 🙂 🙂 🙂 🙂

        Y ya date por felicitadas las fiestas, que no quiero que recibas una notificación coñazo a finales de diciembre por mi culpa 😉

        Un beso!!

        PD: Sí, de vez en cuando me acuerdo de ti y de Macarena, a la que también tengo que escribir para ver si está viva, porque tengo mis dudas 😛
        PPD: Haz como que Petunia y el taster también te han felicitado, que no he probado, pero si al taster le digo «el autoestopista», fijo que recuerda que es el checo de palo del Fabia checo.
        PPPD: Ten un detalle conmigo, si un día borras eso de las notificaciones cuando te escribimos, o caduca, como los yogures, o lo que sea, por favor, deja aquí un comentario avisándolo, no me hagas ir hasta Brrrrno con la tapadera falsa de grabar un españoles por el mundo intentando localizarte.
        PPPPD: Aunque quizás podría sacar una novela bonita de esto, y seguro que pondrían una portada megacuqui, de esas en las que sale un cielo bonito y el trozo más bonito de la ciudad, o una foto mía en blanco y negro pero con el paraguas y el abrigo rojo en color (rojo). Y un título tipo peli de sobremesa de la 3, Mi verano checo o algo así (esto no pegaría con lo del abrigo rojo, prefiero hacerlo en otoño-invierno).
        PPPPPPPPPPPPPPPPPD: En serio, ¡¡¡gracias!!! 🙂

      • Yo lo leo todo, todito, todo. Incluso en checo, porque leerlo no significa que lo entienda 🙂
        Ya sé que el Taster y Petunia me echan de menos. Yo lo que más echo de menos son los embellecedores de extremos de cucharas y tenedores que tu padre tiene a bien regalarte para deleite de los que, en la distancia, te apreciamos
        P.P.D.: No sé si borrar esto. Me da un poco de pena. Y encima aún hay incautos que lo visitan de vez en cuando.
        P.P.P.D.: Además, las notificaciones se envían a mi correo de verdad, no a uno falto tipo «enmienredadera@gmail.com». Leerlas, las leo (lo leo todo, ya sabes). Contestarlas, pues… depende 😀
        P.P.P.P.D.: Lo malo de hacer la foto para la portada en otoño, con un abrigo rojo, es que no se te verán las piernas. Aunque siempre podemos trucar la foto, y ponerle a esa que tienes en el paseo marítimo de Santander, un fondo bonito de Brno. O un bosque cualquiera, quien se va a dar cuenta 🙂
        P.P.P.P.P.P.P.D.: En serio y de corazón, gracias por acordarte de este pobre emigrante, en incluso echar de menos sus desgracias.

  11. Paula dijo:

    Comprobación semestral de que todo sigue bien…
    ¿¿??
    Bueno, con que siga igual (que estés vivo), me vale.
    Luego ya si te va bien o mal me importa un pimiento (y no sé si recuerdas que los pimientos y yo…).
    A mí con esto ya me queda la conciencia tranquila (de saber que hay una persona que se preocupa por ti en tu exilio, que sabiendo cómo son algunas familias, no estoy segura de que cumplan con el papel de hacerse los preocupados por ti).

    Un beso!!!!!!!!

    PD: Ahora no me digas que mi caso es especial.
    PPD: Entendiendo por mi caso que, si me pasa algo (incluso viviendo solo a 400 km de ellos), mis padres tardarían en darse cuenta de que no doy señales de vida algo así como 5 días. Y en pensar que me puede haber pasado algo 5 más.
    PPPD: Seguro que a ti tu familia tampoco te quiere, si pasan de mí, que soy la hija perfecta, imagínate de ti, que tienes tus defectos y anécdotas que ni siquiera eres capaz de confesar (sigo esperando la del Tesco como broche de despedida al blog o algo).
    PPPPD: Creo que era del Tesco. Igual me falla la memoria. ¡Hace un mes y medio cumplí los 30!
    PPPPPD: Sí sí, 30. No veinti… no, treinta… Así que la memoria no puede ser la misma…

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